Hábitos saludables en verano: 9 trucos que sí funcionan
El verano es una época en la que muchas veces soltamos la rutina… y también los hábitos que tanto nos ha costado construir. Lo que comienza como “me lo merezco” o “voy a disfrutar” suele terminar en culpa, descontrol y esa sensación tan conocida de tener que volver a empezar desde cero en septiembre. Pero no tiene por qué ser así. Hoy hablamos con el equipo de Obylagom (nutricionistas y psicólogas integrativas) para que te cuenten 9 trucos que sí funcionan para mantener hábitos saludables en verano.
Hábito saludable 1. Crea tu “mínimo sostenible”
En lugar de abandonar por completo tu rutina y decir: "pues ya veremos qué pasa a la vuelta de vacaciones", pregúntate: ¿Qué pequeñas acciones puedo mantener aunque esté de vacaciones?
Algunas ideas pueden ser:
Dar un paseo largo por las tardes
Hacer un desayuno completo
Tomar un par de piezas de fruta cada día
Dormir entre 8 y 9 horas (o las que necesites)
👉🏻 La clave está en elegir cosas sencillas que puedas proponerte como objetivo y que puedas mantener durante las vacaciones.
Hábito saludable 2. Redefine qué significa cuidarte
Cuidarte no es seguir una dieta estricta ni dejar de comer ese helado que tanto nos apetece en verano. Nosotras entendemos los hábitos saludables como un balance entre lo que nos ayuda a estar mejor y lo que podemos mantener a largo plazo.
"De nada sirve prohibirte alimentos en verano si quieres mantener una buena relación con la comida y hábitos saludables en el futuro" - Olga, dietista especializada de Obylagom.
Por eso, un truco que te damos es que empieces a mirar la forma en que te cuidas desde otra perspectiva: aquella que puedas mantener durante meses o incluso años.
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Hábito saludable 3. Planifica sin rigidez
No hace falta organizar un menú semanal cada semana porque no es realista poder cumplirlo todo el verano.
Verano significa planes en la piscina, en la playa, planes con familia y amigos, y tener un menú rígido no sólo lleva a la frustación sino que tampoco nos sirve de mucho. En vez de eso las nutricionistas recomiendan tener opciones frescas, fáciles y nutritivas en la nevera. Por ejemplo:
Variedad de frutas
Legumbres en bote (ideal para ensaladas en verano)
Pasta, arroz o patatas (sencillas para combinar con ensaladas o proteínas como pescados y carnes)
Bricks de gazpacho y salmorejo
Opciones para snacks como humus o guacamole, zanahorias, pepino o pimientos crudos para acompañar.
Hábito saludable 4. Escucha a tu cuerpo
En verano solemos comer más veces fuera, improvisar quedadas, cenar más tarde… y no pasa nada, porque forma parte del disfrute del verano. Sin embargo, algo muy sencillo que puedes implementar es prestar atención a tu hambre real y niveles de saciedad.
Si comes despacio o fijándote más en masticar bien los alimentos, te será más fácil reconocer cuándo dejas de tener hambre y quedarte en un punto de saciedad cómodo (ni pasar hambre a la hora ni quedarte demasiado saciado)
Hábito saludable 5. Busca añadir no quitar
Algo que nos gusta mucho es cambiar el "quitar" o las restricciones por añadir. Muchas veces y más en verano, nos cuesta decir "no" a algo que nos apetece como un helado, un postre o una cañita bien fresquita.
Por eso, algo que animamos a hacer a nuestros pacientes es añadir alimentos nutritivos en vez de quitar otros. Por ejemplo:
En vez de quitar el postre, puedes pedir fruta y postre para compartir.
En vez de quitar un plato de pasta o paella, añade una ensalada como entrante.
En vez de decir que no a una caña, añade un vaso de agua previamente.
Todo esto te hace conectar con tus necesidades y fomenta hábitos saludables sin la necesidad de restringir.
Hábito saludable 6. Cuida tu entorno digital
Evita seguir cuentas que promueven el “cuerpo de verano”, las dietas milagro o los retos extremos. Eso no te ayuda ni a corto ni a largo plazo.
Hábito saludable 7. Haz espacio para el descanso (real)
No solo físico, también mental. El descanso es un hábito saludable en sí mismo, y muchas veces lo subestimamos. Un verano en el que duermas suficientes horas o te enfoques en relajarte y quitar un poquito de estrés puede ser el mejor punto de partida para todo lo demás.
Hábito saludable 8. Evita el “todo o nada” con el alcohol o el azúcar
Una de las trampas más comunes en verano es caer en la mentalidad de “ya que he empezado, sigo hasta el final”. Te tomas un helado, una copa de vino o cenas fuera y enseguida se activa el piloto automático del descontrol: “Ya da igual”, “en septiembre empiezo”, “esto ya no tiene arreglo”.
Pero no es el helado ni la copa lo que te aleja de tus hábitos saludables, sino el pensamiento rígido que viene después. En vez de eliminar o prohibir, pregúntate:
¿Por qué quiero esto ahora?
¿Lo disfruto realmente?
¿Cómo me hace sentir después?
Si te permites esos alimentos desde una decisión consciente, no hay necesidad de compensar después ni de empezar otra vez desde cero.
La clave no está en eliminar ni en abusar, sino en la intención con la que eliges.
Hábito saludable 9. Da el paso
Si cada año te pasa lo mismo o si sientes que estás siempre en bucle con la comida y el descontrol, tal vez no necesites otro enfoque. En Obylagom aconsejan mejorar la relación con la comida y crear una buena base para poder mantener mejores hábitos saludables en el futuro.
🎯 Conclusión
Cuidarte en verano no significa prohibirte cosas o ponerte reglas que no vas a seguir. Significa no abandonarte del todo. Y desde ahí, el equilibrio llega solo.